COLOMBIA (Enero 23 de 2024).        En una iniciativa llena de esperanza y crecimiento, la Dirección para el Desarrollo y la Integración Fronteriza, en colaboración con la Fundación Nativos (FUNAT), llevó a cabo un proyecto para fortalecer las capacidades productivas de 150 familias rurales en situación de vulnerabilidad en los municipios de Puerto Asís y Valle del Guamuez.

Con el Convenio de Asociación 027 de 2023 como marco, el proyecto se propuso contribuir a la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria de estas familias. ¿Cómo? A través del establecimiento de huertas caseras y galpones de gallinas ponedoras. Pero no se quedaron ahí; el proyecto también tenía la visión de generar ingresos adicionales para estas familias, marcando una diferencia tangible en sus vidas.

La entrega de materiales, insumos y elementos necesarios fue solo el comienzo. Durante la ejecución del proyecto, se llevaron a cabo visitas técnicas a los hogares de cada beneficiario y se establecieron Escuelas de Campo. Estas actividades no solo proporcionaron los conocimientos prácticos necesarios para la agricultura y la producción avícola, sino que también fortalecieron la comunidad, compartiendo las mejores prácticas y construyendo un vínculo duradero entre los participantes.

En palabras sencillas, este proyecto no solo sembró semillas en la tierra, sino también en el conocimiento y la autosuficiencia de las familias beneficiadas. Al establecer huertas y galpones, se creó un camino hacia la seguridad alimentaria y la generación de ingresos adicionales. Pero más allá de los números, este proyecto representa un compromiso con el bienestar y el progreso de las comunidades rurales.

El valor total del proyecto ascendió a $388.703.600, siendo una inversión significativa para construir un futuro más sólido y próspero para las comunidades involucradas. El Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores desempeñó un papel crucial al aportar $272.092.520, destacando el compromiso del gobierno en mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables.

Este proyecto no solo plantó semillas de alimentos y oportunidades, sino que también cultivó un sentido de comunidad y conocimiento compartido. La transformación va más allá de las huertas y los gallineros; es la esperanza sembrada para un futuro más brillante en Puerto Asís y Valle del Guamuez.

Fuente: Cancilleria